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@ WienerMemer
2023-12-18 13:20:25El 18 de octubre del 2019 Chile explotó, se le llamó "estallido social", como algo espontáneo, con el tiempo fueron apareciendo evidencias de que fue organizado desde antes, mucha gente se creyó el cuento de que fue espontáneo y se sumó. El mismísimo Daniel Jadue (PC) en una entrevista reconoció que le molestaba el término "estallido" porque ellos llevaban meses planificándolo todo.
El presidente Piñera, que había jurado defender la constitución, la entregó al proceso revolucionario con tal de salvarse el pellejo.
Luego de dos procesos constituyentes rechazados, quedamos tal como empezamos. En realidad, estamos mucho peor que cuando empezamos. Acá pretendo resumir el proceso de cuatro años en unos cuantos párrafos.
En ambos procesos se invirtió bastante tiempo y plata, que se pudieron haber invertido en los problemas reales del país, problemas que se podrían solucionar sin cambiar la constitución, pero eso requería que la casta política trabajara de verdad. Prefirieron el circo constitucional.
Antes del 18-O las encuestas ponían como prioridad salud, educación y pensiones. Problemas que actualmente tiene el primer mundo.
Ahora tenemos delincuencia desbordada, corrupción levantando las tapas del alcantarillado, una economía que no da pie con bola. Problemas de país bananero, sumado a que los problemas mencionados antes (salud, educación y pensiones, siguen empeorando).
La gente que saboteó a Chile (Bachelet estancando la economía, el Frente Amplio desde la revolución del 2019) decía que había que compararse con el Estado de bienestar Europeo, pero cuando tuvieron la oportunidad de hacer sus anunciadas mejoras, escribieron una constitución que guiaba a Chile a un esquema bolivariano socialista que nada tenía que ver con lo prometido. Ahora que son gobierno, se contentan con que los niveles de delincuencia estén mejor que el resto de "letrinoamérica", no son capaces de reconocer que son la razón de la descomposición nacional.
Pero la izquierda no es la única culpable, la derecha entreguista, comenzando con Piñera. En lugar de apuntar a los problemas reales del país, se prestó para el circo. E incluso lo reiniciaron una segunda vez, de forma inexplicable.
En esta segunda ocasión, quienes recibieron mayor cantidad de votos fue el partido Republicano, los que desde el comienzo no quisieron proceso constitucional. Pero tal como el anillo de Saurón, el poder constituyente los corrompió y se volvieron parte del problema. Momento en que la derechita cobarde los abrazó como compañeros para una campaña sucia, llamando a quienes nunca quisimos el proceso constituyente como "comunistas".
La derecha unida (derecha progre y Republicanos) promovieron un texto que prometía el paraíso regalado sobre la tierra, pero nada es gratis: esos derechos sociales judicializables y garantizados, la intromisión del Estado en cada aspecto de la vida nacional, la igualdad sustantiva, derechos colectivos por raza e incluso la teoría del valor trabajo camuflada dentro del texto, fueron difíciles de esconder. Y todos esos derechos se deben pagar, cuando la economía nacional no está para ello.
El texto propuesto era en esencia, otra vez, una porquería progre, pero disfrazada de derecha con "indicaciones" de Republicanos. Con parches tan débiles como poner "responsabilidad fiscal" sin siquiera delimitar a qué se referían con ello.
En fin, es hora de levantar las piezas, intentar reconstruir el país y espero que esta vez, por fin, la derecha aprenda a tener cojones y no vuelva a pelear con banderas ajenas. Ojalá que el triunfo de Javier Milei en el país vecino, le enseñe a la gente que quiere ser libre a que esas ideas sí tienen potencial político.
Por último, ya es tarde para identificar quienes mantuvieron la línea dentro de Republicanos, gente a quien el anillo Constitucional no los corrompió. Muchos dirán "yo siempre fui del En Contra", pero la verdad es que solamente algunos públicamente lo manifestaron antes del fracaso de ayer. Les gustó ser abrazados por la derechita cobarde, les gustó que ya no les llamaran "extrema derecha", se sintieron queridos por fin y pensaron que con este triunfo su líder, José Antonio Kast, sería el próximo presidente de Chile. Les daba lo mismo que gobernara un país con una nueva institucionalidad de izquierda boliviariana latinoamericana.
Desde hoy, las cosas volverán a ser como eran, o incluso peor para algunos. Republicanos no solamente volverá a ser visto como "ultras" por el resto de partidos (incluso los que los abrazaron durante esta campaña), sino que serán vistos como traidores por quienes confiaron alguna vez en que de verdad creían en lo que pregonaban.
La izquierda intentará capitalizar lo ocurrido, pero saben que en el fondo se mantiene la constitución que ellos mismos intentaron eliminar. La "constitución de Pinochet" (como la llaman) es y será validada por sus resultados, por permitir la gobernabilidad en democracia desde más de 30 años, de permitir el crecimiento de un país pobre en recursos naturales, y validada por el voto, una vez más. Es hora de que la derechita cobarde se ponga los pantalones y la defienda. Que suban el quorum, que reviertan el daño causado por la izquierda, y que Chile vuelva a crecer. ¿Es mucho pedir? si, porque requiere que la casta trabaje.